Justicia a la pata coja
Que
esté desequilibrada
tu
balanza, tu ceguera,
se
te perdona, a cualquiera
le
pasa y no pasa nada.
Pero
el que andes, Justicia,
torpe,
lenta, a pata coja
eso
sí nos acongoja,
que
entonces llega la picia.
Cualquier
defensor lo sabe,
mejor
hincharse a robar,
puede
que antes de acabar
la
instrucción, el mundo acabe.
Un
sumario de un millón
de
folios ¿ Quién lo maneja?
Quedará
la causa añeja
y
olvidada en un rincón
Y
así, mientras que se escribe
tanto
como hay que escribir,
al
final suele ocurrir
el
que el asunto prescribe.
Y
el acusado contento
se
marcha,del pastizal
disfruta
y del personal
se
ríe contando un cuento.
¿No
dice que sus millones
obtuvo
en la lotería…?
¿
A qué santo le pondría
el
perejil?! Qué cojones!
Luego
está la inconsecuencia
que
resulta más sangrante
!
No va por ahí el mangante
presumiendo
de inocencia!
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