miércoles, 25 de febrero de 2015

El baño de Penélope



Urdir mentiras,
remendar con excusas desconsuelos,
fingir que existen los oídos sordos,
las lenguas mudas ,
los labios que no sienten pasión por las melazas ,
los ojos que han nacido  para ciegos.

Desmotar ausencias,

hilar nostalgias,
deshilar silencios...

Tramar olvidos,
negociar engaños,
pergeñar malamente los remedios
que adormezcan la angustia
de tanta soledad.

***
Acaba por volverse una rutina
que reseca por dentro hasta lo álgido
más que andar desviviéndose en ir tejiendo cuentos ,
el intentar tragárselos sin ninguna analgesia .

Que quede sangre donde no hay latido,
vida sin un ansia,
alma que consiga
desoír los clamores de su cuerpo.

Que pueda ser real
  aquel virtuoso amor que no pretenda
dar rienda suelta al dulce desatino
de su consumación.

***
Hoy una Luna mágica
se ha adueñado del cielo
y hasta aquí llega nítido
también el canto azul de las sirenas

Quién puede resistirse
cuando el calor desviste la piel de sus prejuicios
y son tan delicados y tan largos
los dedos con que viento la acaricia...

Esta noche Penélope
deshace con graciosa parsimonia
la trenza de su pelo,
 dejando que se enreden
 en él  tantos hechizos que le prestan
complacientes las cómplices estrellas.

Y se entrega desnuda al desvarío
con que la ansía  el mar.




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