miércoles, 25 de febrero de 2015

Siempre Eva



Dime, amor, ¿de qué quieres 
esta noche el disfraz?

Tú sabes que por tí yo soy capaz
de tomar la apariencia , si prefieres,
de diablo o , si es que así me lo requieres,
de arcángel ,si te sirve de solaz.

A mí me gusta ser Caparucita,
! Mi lobazo feroz!, pero procura
ajustarte mejor la dentadura,
que luego a medio tango se te quita.

El de Maria Antonieta ya está ajado
por la parte del cuello, que patina
un poquito de más la guillotina.
! Te lo dije y no lo has arreglado!.

Con el de Rita estoy...! Hecha un bombón!
Más le fallo a mi dieta y las gorduras
andan martirizando las costuras,
y , además... ! Que me escuece el bofetón!.

El de sirena siempre me divierte,
pero al meternos dos en la bañera
suele alcanzar el agua la escalera
y algún que otro vecino grita fuerte.

Para otro día queda el de gorrión.
Tu mala puntería al fin atina
siempre en el mismo ojo con la china.
Dejemos que se alivie el moretón.

Y el de Juana de Arco...! Es que ni atada!
Porque suele fallarte la manguera
al apagarme el fuego de la hoguera
y estoy , como quien dice, chamuscada.

Con la obsesión extraña que padeces
de escapar como sea a la rutina
acabo yo bañada en mercromina
el noventa por ciento de las veces.

Estoy harta de hacer tanto papel
y tan necio. Ya siento tentación
de seguir mi ancestral inclinación
y usar el de serpiente cascabel.

Pero ,entre tanto ,amor,
yo elijo hoy. Me visto con mi piel.
¿ No crees que es mejor...?

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