un tiempo que malcría
y siente devoción por los gerundios .
y siente devoción por los gerundios .
Abrumador,
baldío,
empantanado
en mitad de un presente en punto muerto,
bueno para perderse
lucubrando en las miasmas de nuestras más floridas
alegorizaciones.
Para pasar las horas
mirando como el cielo varía su paisaje
de infinitos azules
mientras lo van surcando las nubes alineadas
como flotas que parten con sus velas al viento
en busca de otras tierras que saben más feraces
y más apasionadas por la lluvia.
Cómo se desinhiben las palomas ,
inundando la atmósfera dorada de la tarde
de cálidos arrullos ,
celebrando felices que retornan al nido.
Yo me quedo envidiando su sencillo alborozo
y sus plumas ligeras
Y soñando que existen la alegría y las alas.
Y sintiendo que yo también sabría
reír y desplazarme libremente
si me deshabitasen las inercias
de sus conspiraciones.
Y pensando que pienso en imposibles
Y dejando,
por pura proflaxis,
de pensar.
De sentir.
Solo escucho un cansado corazón
que va desfalleciendo en su latido.
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