Suelo enseñar de mí un trampantojo
caricaturizado , el mal retrato
con que intento apagar el arrebato
de la parca ,que mira de reojo.
Es solo un mal menor lo poco grato
que resulta el patético manojo
de miserias que muestro,si su antojo
disuado y voy burlando su maltrato .
E incluso hacer pasar por pardo gato
la liebre , si con ello descongojo
la delicada voz del petirrojo
que se esconde en el pecho timorato.
La que a la vida canta un alegato
y descubre el encanto de un corazón al rojo.
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