lunes, 25 de abril de 2016

Busca y captura



Ir persiguiendo sombras
es mi  especialidad ,
tras la busca  y captura de  una huella
apenas insinuada sobre el eter 
puedo pasarme la mañana entera
y parte de la tarde,
 analizando
 cualquier  vicisitud en la cadencia
de su titilación, 
que imita el  centelleo
 de un  bullicioso enjambre de libélulas

Quedarme  con tres palmos de narices
suele ser lo normal,pues son expertas
en escamotearse entre los pliegues 
de la realidad y en disfrazarse
 de oscuridades  puras y concretas.

Pero a veces consigo
atrapar una al vuelo,
interpretar el gozo con que tiembla 
la luz  alucinada
al sentir el mordisco del encanto 
de la fragilidad
 y adueñarme del tenue secreto de su  esencia.


Entonces sí que sé qué es ensimismarse...

Puedo pasarme así las horas muertas,
diseccionando el halo ectoplasmático
por hallar , si es que existe, alguna limadura
de  gracia redimible en su adene 
cuyo fulgor me inspire otro poema.

Suelo encontrar retazos de emociones,
 pellizcos de ilusión,
lascas  de ausencias,
 alguna  que otra pizca de alegría
que andaba despistada...

Y siempre, 
siempre, 
siempre
un  rastro indefinible de tristeza.

Ir persiguiendo sombras
es mi debilidad 
y la manera
que tengo de buscarme.

Pues ocurre que , carne de mi olvido
y de mi desazón,
incluso  sin quererlo,
fatal e íntimamente me reconozco en ellas.

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