Hay un algo enigmático,
tentador allá arriba.
Un fulgor sugerente
que brilla en la negrura de la noche
llevando en su neón tu nombre escrito,
una estrella
hermosa como un cofre que guardase
dios sabe qué sorpresa en su interior
y a punto está de abrirse.
Si bastase
con estirarse un poco y alcanzarla...
A base de intentarlo
tengo ya dislocadas atrozmente
todas las coyunturas de mi cuerpo
y ni siquiera llego ni a rozarla.
Y de volar , ni hablamos...
El cielo está tan alto casi siempre.
Y suele ser tan débil
la voluntad, que debe ser impulso
que aligere las alas .
Y tantos los cansancios
que lastran el latir del corazón.
Un día más
habré de postergar la aspiración antigua
de acortar la distancia que separa
deseo y realidad.
Un día más
se impone lo sensato.
Los sueños por cumplir
bien pueden esperar hasta mañana.
Es muy probable
que al alba ya estuviese decidido
pagar ese tributo.
Sobrevivimos....,
somos
tristes claudicaciones anunciadas.
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