miércoles, 5 de octubre de 2016

Lúdico rincón


Hoy quiero levantar sobre lo terso
del silencio la plácida guarida
de nuestro amor, secreta y concebida
para que en ella medre más libre y más diverso.

Una especie de Tierra Prometida,
un lúdico rincón del universo
donde no existe culpa y lo perverso
es no exprimir a fondo los goces de la vida.

Porque el pecado es que nuestras pieles
languidezcan a solas y se agríen
en los labios misántropos los besos y sus mieles.

Mi abrazo es dulce límite y augura
el tuyo nuestra dicha, mientras ríen
los diablos que contemplan tanta buenaventura.


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