martes, 21 de febrero de 2017

Climax


Hay que decir que sí,
que me interesa
lo que ahí fuera ocurre,
si amanece
o ha llegado la hora del ocaso,
si brilla un Sol radiante , o si del cielo
caen chuzos de punta.

Siempre es de noche tras de lo postigos
detrás de los que el alma se amuralla
y finge dormitar ,mientras que vela
y mece entre sus brazos  fatigados
la dulce narcolepsia de sus sueños.

No importa la estación que nos oprima ,
un diluvio de piedras sin cuartel
una glacial cellisca es lo que toca
cuando intentas que el raso y la tibieza
derramen bendiciones en tu mundo .

¿Así, quién hay que haga
que la brisa acaricie,
que regresen las aves,
que despierten los pétalos?

Habrá que aparentar que nos incumben
los eventos del día...

Y dejar que sucedan y prosperen
en silencio los climas interiores.

Esos que saben ser
la patria efervescente del climax y el milagro.

Donde siempre florecen sin temor a la escarcha
perfumadas y tersas las flores del almendro.



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