lunes, 6 de marzo de 2017

Quizás mañana

¿ En cuántos escondrijos se desdobla
el gran juego de espejos de la noche?

En cuál de ellos se hallarán las claves
para violar su esencia hecha de sueños.


Tantos misterios, tantos
como acepten
creer los ojos ciegos a cualquier evidencia
si quiere el corazón darles cabida

Agazaparse
para ver si existe
aquello que intuimos y nunca nos contaron,
la improbable virtud
del envés de la sombra.

Pero la sombra es solo
 únicamente sombra,
constatación palpable de que la luz existe.

No la culpéis de ser
la ubicua presencia que nos sirve tan bien de lazarillo
en nuestra travesía del desastre.

Jamás se quiso oscura,
también ella nació
con vocación de nítida criatura incorpórea
que deja atravesar su esencia enamorada
por el  sutil fulgor que la aniquila
y la redime al tiempo.

Hasta el hálito intenta escabullirse
pasar sobre el instante de puntillas
con tal de no empañar,si es que la hubiese,
cualquier señal fugaz de transparencia.

Pero lo transparente no fue hecho
para servir los lunes de espectáculo.

Esta noche de nuevo
cargaremos enigmas por capote.

Quizás mañana,
si la lluvia quiere...

si el rumor se escancia...

si el temblor se presta....

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