Últimamente
noto , consternada,
cómo
me huye el tiempo a la carrera
y que
de darle alcance no hay manera
por
más que lo persiga sofocada
Según
él, ya llegó la primavera
cuando
mi piel malvive congelada
y es
un cristal de hielo mi mirada.
Cuanto
más torpe estoy, más se acelera.
Se ve
que tiene prisa -demasiada-
por
llegar a la meta que me espera,
esa
estación final desangelada.
Temo
que llegue a Mayo y quizás quiera
ver
brotar una rosa colorada
sobre
mi miserable calavera.
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