Mañana.
Mañana
habrá de ser cuando de nuevo
despertaré
con ganas y con fuerzas
para
enredarme en descifrar las claves
que
nos ofrece el día.
Me
buscaré las mañas
para
atrapar al vuelo en las coloraturas
de
arpas y violines en pleno desvarío
que
definen la esencia intangible del aire
alguna
melodía que acelere
el
pulso
y
que detenga
la
pulsión del dolor por este tiempo angosto
empeñado
en hacerse
un
tedioso presente indefinido.
Para
exprimirle el jugo
a
la luz matinal que nos sonríe
y
hacerme con sus posos más dorados
un
elixir que embriague
el
alma y que le regale esa resaca
de
una dulce alegría sempiterna.
Para
encarar el reto de la vida
con
ilusión, aun a pesar del miedo.
Para
sentir sobre la carne el tacto
placentero
y violento que provoca el vivirla
Cómo
le pido al cielo que amanezca mañana....
Y
que por una vez
al
fin sea mañana.
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