miércoles, 10 de mayo de 2017

Santa virtud


Si el cielo permitió la desmesura
de sí mismo en su cúpula enjoyada,
si vomitó en la núbil madrugada
su infinita resaca de hermosura.

Si se dejó la voz en la aventura
de inventárselo todo de la nada,
si sigue prolongando su jornada
gestando extravagancias sin hartura...

Entonces...¿ Puede ser admonitorio
con quien huye de aquella dualidad
que es saberse y palparse su incongruencia?

Un solo mandamiento obligatorio
tiene el hombre: usar sin parvedad
de la santa virtud de la demencia.

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