martes, 13 de junio de 2017

Homenaje



Hasta que decidimos volver a colgarla en la pared , vibró y nos hizo vibrar a los allí presentes con  el amplio abanico de todas  las emociones posibles.

-A Ver Manu, como tú sabes… Como a él le gustaba…

El toque virtuoso hirió el aire y la taranta consiguió ponernos la carne de gallina .

-Dale, Nenu…

-Ahora tú, Quillo…

Soleás, martinetes, fandangos, bulerías, cañas…, materializando tristeza , melancolía, alegría.... orgullo de haber disfrutado del honor de tenerlo como maestro, nos vaciamos por última vez sobre ella con sobriedad y hondura ,como tantas veces nos había enseñado.

Luego quedó allí, rotas sus cuerdas , testigo enmudecido de lo irrepetible.

Homenaje callado a la grandeza del abuelo.

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