jueves, 20 de julio de 2017

La moza galana


Había cierta vez moza galana,
que ,en su inocencia, ajena a que lo hermoso
que Dios le dio celaba un pitañoso
anciano, no cerraba su ventana.

Hasta que percatose la lozana,
una noche de invierno riguroso,
como desde la calle aquel rijoso
se complacía en su afición insana.

Y se pasó seis horas la criatura
vistiendo y desvistiendo, echando cuerda
al diablo con que darle un escarmiento.

¡ Pobre viejo! Si bien la calentura
o el frío lo mató, no se recuerda
un muerto con tal cara de contento.

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