domingo, 13 de agosto de 2017

Biografías


Al principio fue el negro.

Un negro sobre negro sin angustia,
tapizado de plácido sosiego,
medrando palpitante, esperanzado
en que la claridad se le revele
como un milagro amable.

Y entonces la luz
irrumpió y se adueñó de nuestro espacio

Con ella llegó el tiempo
del engaño de todos los colores.

Luego será la hora
del negro sobre negro sin fisuras

Una premonición de oscuridad
se clava con inquina en nuestros ojos
hasta que nos obliga a recordar que somos
agua y polvo de estrellas.

Un cóctel sensitivo capaz de adolecerse.

Habrá que acostumbrarse
a transitar a tientas el futuro.

Dios sabe qué texturas
trufadas de misterios y sorpresas
nos estará aguardando
en el vientre incoloro de la nada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario