No me
gusta mi vida, no me gusta
tener
que andar buscando coartada
a mi
respiración entrecortada
por si
al notarla el aire se disgusta.
Ni
tener que inventarme una balada
que a
un alma de bolero mal se ajusta
cada
vez que una pena se me incrusta
con
determinación en la mirada.
Más
que nada reniego del falsario
ritual
de reservar mi más fragante
encarnadura
al fondo de mi almario.
Cuando
vivir se vuelve un agobiante
apremio
del control, lo temerario
es no
dar un buen paso hacia adelante.
Y
estrenar a zancadas esa Era
en que
poder vivir a mi manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario