Ya ni
siquiera flauta me declaro.
Renuncio al sinvivir de que un jumento
Renuncio al sinvivir de que un jumento
se
aproxime hasta mí y que algún viento
no se
me muestre avaro.
En los
muchos suspiros que ajuglaro.
en
todos los sollozos que apaciento,
o en
algún episodio flatulento
tampoco
busco amparo.
Lo que
la caña más sencilla puede,
aprovechar
el eco del vacío,
por qué
buscarlo adrede
Conecto
el interfono
del
alma y la suerte me confío.
Será
por oquedades y abandono...
No hay comentarios:
Publicar un comentario