lunes, 20 de noviembre de 2017

Las garzas


De cuando en cuando turba 
la placidez poética del aire
un temblor invisible, un aleteo.
Un estremecimiento,
tibio,
sutil....
Lejano.

Apenas la mirada
alcanza a descifrar en las alturas
las blancas flechas,
los signos cabalísticos que en cielo prometen
rumbos de salvación.

Para reverdecer no necesita
del lazarillo auxilio de los ojos
la agónica esperanza
El corazón ya tiene
- todo él lo pregona con su revoloteo-
certeza de las garzas.

Si pudiera...

Siente la tentación...

Le sobra audacia
y tiene las carencias suficientes
para abrazar el sueño de que sería fácil
hallar reposo al pairo de su estela
y dejarse llevar...

Son alas y costumbre
de volar sin temor lo que le falta.

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