Ay
, qué gente tan bravía,
esa
que trabaja y canta,
madre
de mi alma
ay,
qué gente tan bravía
que
la mina la quebranta
y
le queda todavía
fuerza
pa cantar tarantas,
fuerza
pa cantar tarantas.
Deben
estar los mineros
hechos
de otro material,
madre
de mi alma,
deben
estar los mineros,
le
arrancan el mineral
a
la entraña del infierno
cantando
como si ná,
cantando
como si ná.
Lo
que un hombre necesita,
tú,
tierra madre, nos das,
madre
de mi alma,
lo
que un hombre necesita:
de
tu entraña el mineral
que
tantas hambres nos quita
y
sepultura al final,
seas
mil veces bendita.
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