domingo, 31 de diciembre de 2017

Treinta y uno del doce



Treinta y uno del doce, llegó de nuevo el día
en el que ya no tiene hojas el almanaque
de algún dos mil y pico en que nos puso en jaque
la vida para ver si así nos sometía.

Pues que vaya a la gloria, como causa alegría
saber que resistimos y que su triquitraque
no pudo con nosotros, lo malo es que al ataque
otro año le sigue con fresca artillería.

Habrá que tomar fuerzas ,pasar al contraataque...
Comamos y bebamos para aguantar el saque,
saltemos y cantemos con camaradería.

Solamente un consejo, que nadie se me atraque
de gambas y turrones, ni abuse del zumaque,
no dure la resaca hasta la Epifanía...














Propósitos




Antes que acabe el año, debería
abandonar mis viejas adicciones
a la noche , el amor y el chocolate,
recuperar las riendas
sobre mi corazón,
perder algunos kilos,
dejar de trasnochar,

Buscar hasta en el fondo del infierno
un pobre diablo que no tenga reparo
en comprar lo que queda
intacto de mi alma
a cambio de un rincón en que no llegue
el rigor del invierno que se anuncia
en el aliento gélido que agita
las hojas amarillas.

Hacer mi testamento.

Convocar a mis íntimos amigos
a una cena cordial, donde contarnos
anécdotas sabidas a los postres,

Escribir esas cartas
que hace tanto que llevo demorando
en que confiese a aquellos que me importan
lo mucho que los quiero.

Ordenar mis armarios,
espulgar esos viejos portafolios
en que guardo mis versos,
organizar mi vida...

Ahora que lo pienso, pensándolo despacio
hay cosas que no corren tanta prisa...

Bien me pueden servir estos propósitos
para animarme un poco el Año Nuevo.





Brindis


Por los que regalan con palabras suaves
a los que se olvidan,
por los que convidan,
poniendo sonrisas en vez de canela
en los bienmesabes,
a los olvidados,
por los desahuciados
que recuerdan siempre abrir su cancela
y te dan las llaves
de su corazón.

Por los que incineran sin pensar sus naves
y comparten ruinas con los expropiados,
por los que manejan su barco velero
y van , arriesgados,
rumbo a sus honduras,
por los que navegan por sus amarguras,
sin morir ahogados
asidos tan solo al frágil madero
que les proporciona una barca varada,
espuma tintada
de roja emoción.

Por los esforzados
que pintan deseos e islas caribeñas
en los horizontes
más desangelados,
por los polizontes
por los que decoran las cosas pequeñas
con gusto y cariño
por los que patean con pasos de niño
rutas de hojarasca por parques extraños
Por los que entrelazan con manos de armiño
sogas con que ahorcar
sus íntimos daños
Por los que que atribuyen su flota de males
a un manipular
de seres astrales
en canicular
confabulación.

Por los que levitan
a base de versos y soda.
Por los que palpitan,
por los que se toman cualquier cosa a joda,
por los que discurren
y van bifurcando mil veces sus planos,
por los que se aburren
de acopiar pelusas
y las van dejando de cebo a las musas
en los avellanos.
Por los que recurren
ahorrándose el trago de curvas y excusas
al vaso de ron.


Por los que tiritan,
cuando fulge el verbo que los enamora
Por los que destejen versos a deshora
Por los que se irritan,
por los que si gritan
es para pecar.
Por las esas docenas
de locos magníficos
de mentes libérrimas y labios prolíficos
que estar para atar.

Por los que escribimos,
por los que vivimos
a pesar del ácido ciclo lunar
llenos de ilusión,
ya quiero brindar,
porque esto es el cuento de nunca acabar,
comer y rascar
sufrir y versar,
bien lo saben muchos, suelen ser los vicios
que rompen mis quicios,
todo es empezar
saberse, se saben muy bien los inicios ,
lo que no consigo es finalizar...

Conque alzo mi copa,
que el tiempo galopa,
antes que las doce nos vuelvan a dar
y un año nuevo comience otra vez
sin anunciación.

A este le pido,
Dios oiga mi prez,
pues lo archisabido...
salud lo primero,
algo de dinero
y si puede ser , no es mucho pedir,
un amor de aquellos que hacen lucir
hermosa la vida.

Bebed, que convida
a tal la ocasión.

Que nadie repruebe
con su admonición
si no he sido breve.

Y que el  año entrante , sin una excepción,
a todos nosotros se nos haga leve.