Hay que
decir que aquí no pasa nada...
Ir y
venir, seguirle la corriente
al rol
común , hacer lo que la gente
supone
que ha de hacer la gente acrisolada
Entre
cuatro paredes ,bien blindada
queda
la intimidad efervescente
de un
microcosmos lábil. Cabalmente,
¿quién
sabe qué sucede tras la puerta cerrada?
Cada
rostro un enigma,
cada
pecho su íntimo gorgojo
y un
corazón que intenta zafarse de su estigma.
Cada
labio un cerrojo
que
para desahogarse se resigna
a la
lágrima seca que enturbia cada ojo
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