Yo
también ,cuando quiero, me someto
a una
musa inconstante que a deshora
porque
la roza el aire se acalora
y me
mueve a escribir otro soneto.
Rimar
por no callar, por el inquieto
placer
de comprobar cómo desflora
vivo al
verbo la lengua abusadora,
en un
amén y medio lo enjareto.
Surgen,
en un capricho de artificio,
pájaros
de satén, flores de bruma,
emociones
que salen del armario
Y así,
por obra y arte de un oficio
que
nunca dominé, a vuelapluma
decoro
un folio en blanco solitario.
Materialización
de una quimera
que
acaba siempre en una papelera .
No hay comentarios:
Publicar un comentario