Miradla...!Qué maravilla!
Un ángel, que en pleno
vuelo
se despistó y cayó al
suelo,
me parece esta chiquilla.
Vino a traer la semilla
de su alegría inocente
y ha sido tan diligente
en sembrar paz e ilusión
que hoy mi mismo corazón,
! Oh, milagro! , es flor
sonriente.
A su cara los colores
Abril le presta gustoso
y es su voz un melodioso
gorjeo de ruiseñores.
Se evaporan mis dolores
cuando la tengo a mi
lado...
Quién hubiera imaginado
que ese capullo pequeño
pudiera hacerse mi dueño
de un modo indisimulado.
Con este humilde gavilla
de versos , rendirle
quiero
un homenaje al salero
de su presencia sencilla.
Igual que va la polilla
a la luz y nunca triste
vuelve a estar, porque
consiste
su gozo en verla brillar,
por volverla a contemplar
mi fe en la vida resiste.
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